Mujeres relevantes en el campo disciplinar
Conoce algunas historias de mujeres destacadas que han dejado huella en las diversas disciplinas de las cuatro áreas del conocimiento (Físico- matemáticas y de las ingenierías, Ciencias Biológicas y de la Salud, Ciencias Sociales y Humanidades y las Artes).
¿Acaso la ciencia tiene género masculino? Pareciera ser, pero un examen cuidadoso de la historia pone de manifiesto todo lo contrario. Las mujeres que se dejaron arrastrar por esa pasión debieron sentirla de una forma mucho más arrebatadora que los hombres, porque casi todas ellas tuvieron que luchar contra la hostilidad abierta de sus coetáneos. Por ejemplo, a las mujeres les estuvo prohibida la entrada en la mayor parte de las universidades desde que éstas se constituyeron como centros oficiales del saber a fines del siglo XI (en Bolonia y Oxford) hasta hace escasamente un siglo. Aún así, en todas las épocas y culturas ha habido mujeres cuya supuesta poco femenina pasión por descubrir las llevó a arrasar todas las barreras que se les pusieron en su camino.
¡Valora sus aportaciones!
La actividad de las mujeres en el periodo de máximo esplendor de las polis griegas, en torno al siglo IV a.C., se limitaba al ámbito doméstico: no podían tener posesiones, les estaba prohibido el ejercicio de la mayor parte de las profesiones y no tenían potestad sobre sus hijos. Y es que, en la Grecia inventora de la democracia, la inmensa mayoría de sus habitantes —los extranjeros, los esclavos y las mujeres de toda condición— no tenían el estatus de ciudadanos y, por tanto, no podían participar en el gobierno de la ciudad ni en la elaboración de las leyes, una de las cuales condenaba a muerte a las mujeres que osaran ejercer la medicina. Se dice que Agnódice se disfrazó de hombre para aprender y ejercer esa práctica.
Tapputi-Belatekallim
Era una química y perfumista que vivió en Mesopotamia hace más de 3000 años. Su actividad quedó registrada en una tableta de arcilla con escritura cuneiforme que reseña cómo Tapputi creaba perfumes con mezclas de distintas sustancias, por lo que es considerada la primera química de la historia.
María la Judía
Se sabe que María escribió varios textos sobre alquimia. Se le atribuye el famoso calentamiento al “baño maría”, diseñó (o mejoró) el equipo para el proceso de la destilación, como el “alambique” (llamado kerotakis) y uno más complejo (denominado tribikos).
Cleopatra, la alquimista
No tiene relación con Cleopatra VII, la reina de Egipto. Fue una de las cuatro mujeres que sabían cómo obtener la “piedra filosofal”, junto con María la Judía, Medera y Taphnutia. Su trabajo se relaciona con el proceso técnico de los hornos y la invención del alambique. Consideraba la investigación como “forma de enriquecer la vida humana”.
Siglos XVI y XVII
Tras el periodo oscuro de la Edad Media, a partir del siglo XVI nos encontramos con varias mujeres que cultivan la química o su antecesora la alquimia.
Isabella Cortese
Su libro Me secreti della signora Isabella Cortese, que apareció por primera vez en forma impresa en 1561, en Venecia, introduce la alquimia a un público más amplio. En él incluye remedios médicos y cosméticos, consejos sobre cómo llevar una casa y la discusión de cómo convertir plomo en oro.
Mary Sydney Herbert
Una mujer de sociedad inglesa con interés en la química. Desafortunadamente Mary S. Herbert no escribió un diario, así que sus experimentos reales son desconocidos. Parece ser que se dedicó a la extracción de sustancias por procedimientos químicos, a partir de plantas.
Marie le Jars de Gournay
Escribió La copie de la vie de la Demoiselle de Gournay donde cuenta sus experimentos químicos. Describe la utilización de diversas cantidades de oro, cobre, plomo, hierro, estaño y mercurio, con el objetivo de estudiar su composición, una tarea que también llevaba a cabo con sales corrosivas como el vitriolo o los cloruros.
Margaret Cavendish
Trabajó con la destilación y el poder de los ácidos fuertes y asistió a las demostraciones de los científicos tales como Robert Boyle, miembro de la Royal Society, la institución científica inglesa más pres-tigiosa. De hecho fue la primera mujer que fue admitida en esas reuniones el 30 de mayo de 1667.
Marie Meurdrac
Escribió La Chymie charitable et facile, en faveur des dames. Esta obra, publicada en 1666, ofrece un amplio surtido de medicinas caseras (desde cómo detener la diarrea hasta cómo aliviar el dolor de espalda) y de productos para la belleza femenina, producidos en sus propias cocinas.
Siglos XVIII y XIX
Esta parte incluirá la vida de mujeres dedicadas a la química que vivieron durante estos siglos, terminando con la trágica muerte de Clara Immerwahr.
Marquesa de Châtelet
Uno de los primeros trabajos que realizó fue sobre la naturaleza del fuego que presentó a un concurso de la Academia de Ciencias Francesa en 1737, descubrió la radiación infrarroja, ella tenía una hipótesis respecto a la naturaleza del fuego, concluyó que el fuego no tenía peso.
Marie Ane Pierrete Paulze
Marie recibió clases de química y de inglés para ayudar a traducir a su marido los textos de los científicos ingleses, como Priestley y Cavendish. Estos conocimientos junto con los de dibujo, resultaron muy útiles en los trabajos de Antoine. Una de las traducciones más significativas que realizó fue la del flogisto, de Richard Kirwan, empleada por Antoine para desmontar la teoría del flogisto. Difundió los trabajos de Lavoisier y se considera la madre de la química.
Elizabeth Fulhame
Escribió el libro Ensayo sobre la Combustión publicado en 1794, en el que describe sus minuciosos experimentos de reducción de sales metálicas en disolución, sino la teoría que elaboró para explicarlos. A diferencia de las mujeres que se hace referencia en este apartado, no realizó su trabajo científico en colaboración con ningún hombre, por lo que representa un caso singular. Sus descubrimientos abrieron nuevos campos en la química: cinética, fotoquímica y catálisis.
Mary Amelia Swift y Almira Lincoln Hart Phelps (foto)
Ambas fueron profesoras. Mary fue autora de varios libros de texto que introdujeron a los niños estadounidenses al estudio de la ciencia en el siglo XIX. Por su parte, Almira escribió varios textos educativos, que cubrían diversas disciplinas científicas a nivel elemental y avanzado que nutrieron el trabajo de un buen número de escuelas.
Ellen Henriette Swallow Richards
A los 25 años consiguió entrar en Vassar, el recién creado College para mujeres, donde se licenció en química, aunque también estudió astronomía y física. En 1868 fue admitida en el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Al terminar sus estudios empezó a trabajar como instructora de laboratorio en el MIT. Sin embargo, al tratarse de una mujer, sus extraordinarios conocimientos y su dedicación al trabajo no fueron méritos suficientes para pagarle un sueldo.
Clara Immerwahr
Química alemana y esposa del químico Fritz Haber, famoso por el desarrollo del proceso Haber-Bosch. Fue la primera mujer que consiguió un doctorado en Química. Trabajaba en un laboratorio de asistente cuando conoció a Fritz Haber, contribuyó al trabajo de su marido sin ningún reconocimiento. Clara Immerwhar le horrorizaron las pérdidas de vidas humanas, por la guerra, y aún más el compromiso total de su marido con los objetivos de la guerra. Se suicidó en 1915.